Posición contraria de los transportistas a la modificación de pesos y dimensiones en el Foro de AECOC

La XV edición del Foro Nacional del Transporte, organizado por la principal asociación de empresas cargadoras de nuestro país, AECOC, destacó por las continuas referencias a la necesidad de incrementar los pesos y dimensiones, por parte de los cargadores, una pretensión que fue contestada por los representantes de los transportistas.

Bajo la excusa de mejorar la eficiencia y la innovación, el director general de AECOC,  José María Bonmatí,  abogó por el incremento de las capacidades de carga hasta las 44 toneladas y la introducción de los megatrailers de 25,25 metros.

En la apertura del congreso intervino el presidente de la Confederación Española de Transporte de Mercancías, CETM, Marcos Montero, quien después de reivindicar el papel del transporte de mercancías por carretera, como motor económico del país, afirmó que «el precio es lo que prima en las negociaciones con los clientes, y los ténders están a la orden del día». «Es un error -insistió- que los cargadores se fijen solo en el precio, sin tener en cuenta factores como la calidad, la seguridad o el servicio».

Montero contestó a Bonmatí, señalando que la modificación de las masas y dimensiones es un tema que preocupa a todas las partes, incluida la Administración, y que «España no debe estar al margen, pero es preciso que antes se armonicen en la Unión Europea».

El presidente de la CETM hizo referencia a otros estudios (distintos a los encargados por AECOC), que demuestran «los problemas de seguridad vial, gálibo y deterioro de infraestructuras que se producirían, de implantarse; por otra parte, no sería prudente incrementar la capacidad de la oferta ahora y sería preciso realizar grandes inversiones. Creo que hay que consolidar la recuperación económica y el transporte que es, aún, muy débil». Por último, Montero se mostró dispuesto a negociar sobre los 25,25 metros.

Un sector indignado

«Indigna al sector que se diga que la pérdida de competitividad, si no se modifican las masas y dimensiones, es solo achacable a los transportistas», señaló Ovidio de la Roza,  quien habló en esta ocasión como presidente del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), y cerró el acto.

De la Roza se mostró molesto con aquellos que opinan que el CNTC adolece de la suficiente representatividad, «cuando representamos a 100.000 transportistas de todo tipo y, por supuesto, no estamos por la labor de modificar los pesos y las dimensiones; creo, en cambio, que sería mucho mejor ir de la mano y presionar a nuestro Gobierno para conseguir una armonización, por parte de la Union Europea, en lugar de ver cómo desde los cargadores se orquestan campañas, con estudios hechos a su medida para conseguir sus pretensiones».

«El Comité Nacional del Transporte por Carretera -aclaró- no se opone a debatir, pero sí es contrario a las imposiciones (en referencia no solo a los cargadores, sino a la Administración), ya que el posible beneficio -en eficiencia, rentabilidad, etc.- debe ser para todos. Además, la experiencia catalana nos ha demostrado que las imposiciones, sin contar con el sector, han terminado en un rotundo fracaso».

De la misma forma, el presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera cree que también debería existir un acuerdo con los cargadores en otras cosas, como en el cumplimiento del contrato de transportes, el pago a los 30 días, la cláusula de revisión de los precios del transporte, en función del coste del combustible, o controlar los procesos de contratación y las subastas continuas de cargas, «porque da la impresión de que solo interesa el precio. De esta forma avanzaríamos más y con menos recelos».

Finalmente, Ovidio de la Roza comentó otros problemas, como la nula recuperación de los precios, la morosidad, la falta de una política común en el seno de la Unión Europea, con «medidas unilaterales y proteccionistas por parte de algunos países»; la pretendida desregularización del transporte de mercancías, que calificó de «craso error», en referencia al Gobierno, y el incremento de la fiscalidad.