Entra en vigor el salario mínimo francés ante la perplejidad del transporte por carretera

CdS. La administración francesa no ha dado marcha atrás en la nueva norma, pese a las solicitudes de las asociaciones de transportistas.

 

La Ley Macron ha entrado en vigor en Francia este viernes 1 de julio y, con ella, la norma que obliga a los transportistas extranjeros a pagar el salario mínimo a los conductores cuando estos realicen transporte internacional y cabotaje en el país, quedando sólo excluido el tránsito.

Ni la reclamación prácticamente unánime del sector del transporte, con asociaciones españolas, europeas e internacionales solicitando una moratoria de su entrada en vigor, ni las acciones legales emprendidas por la Comisión Europea contra esta iniciativa, han logrado la marcha atrás del gobierno francés.

La solicitud del sector se debe, principalmente, a la caótica gestión de la administración francesa y a la carga burocrática que traerá consigo la normativa, ya que, según han señalado desde el Ministerio de Fomento en las últimas reuniones de las asociaciones transportistas, los sueldos de los conductores españoles cumplen sobradamente con el salario mínimo impuesto en el país vecino.

El “gran inconveniente”, recordaba a mediados de mayo el director general de Transporte Terrestre, Joaquín del Moral, en la Asamblea General Ordinaria de Conetrans, “son las trabas administrativas” que los países introducen para verificar el cumplimiento del salario mínimo.

Francia ha publicado el modelo definitivo de declaración de desplazamiento 48 horas antes de la entrada en vigor de la norma

Con respecto a la mala gestión, basta señalar que el modelo definitivo de declaración de desplazamiento, ‘attestation de détachement’, que los vehículos de transporte deben llevar a cabo, tan solicitado desde hace semanas por Fenadismer, ha sido publicado oficialmente por el Ministerio de Transporte francés en su página web apenas 48 horas antes de la entrada en vigor de la Ley Macron.

Desde la Federación han traducido el texto de este certificado para facilitar su comprensión a los transportistas interesados, texto que se puede descargar en este enlace, si bien recuerdan que no tiene validez y que el transportista debe llevar a bordo del vehículo el documento traducido al francés.

“Perplejidad” en el transporte internacional

Desde la Asociación de Transporte Internacional por Carretera, Astic, han mostrado su “perplejidad” por la entrada en vigor de una norma que supone la creación de barreras administrativas, burocráticas e inseguridades jurídicas “desproporcionadas”.

Los transportistas tildan esta ley de “proteccionista, injusta y discriminatoria”, por lo que vuelven a solicitar su “inmediato” aplazamiento, como han hecho en numerosas ocasiones, debido a “su imposible cumplimiento” a partir de este 1 de julio.

Nuevamente se señala como principal problema, la ingente carga burocrática y legal que le afecta, junto a las muchas dudas de carácter jurídico que suscita sobre más de cinco millones de empleados del sector en Europa.

Entre los aspectos que se encuentran en el aire, desde Astic señalan el representante obligatorio en Francia, la cuantía final del salario por horas, las dietas o el campo de aplicación, entre otros. La asociación no ha obtenido ninguna respuesta del gobierno francés a las cuestiones que les planteó sobre estos puntos.

Toque de atención al Gobierno español 

Por otro lado, desde Astic también se muestran “decepcionados” ante el “escaso entusiasmo” que la Administración española ha mostrado a la hora de requerir actuaciones efectivas de la Comisión Europea, por un lado, y de mostrar su desacuerdo y enojo con esta ley y con el modo en que se ha puesto en marcha.

“No es de recibo que un sector como el transporte internacional por carretera en España tenga que enfrentarse en solitario con la Administración francesa, sin sentir el apoyo de quien más puede y debe defender los intereses de la industria, el comercio y el turismo del país”, aseguran desde la asociación.

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